Historia

La historia de Cornellá de Llobregat está definida por tres factores principales: su proxmidad a la Barcelona, el ser un territorio de paso de Catalunya. Su nombre tiene un origen romano (Cornelianus). Tiene  unos rasgos arquitectónicos visigóticos. 
 
La primera referencia escrita de la ciudad data de año 980, donde ya existia una isglesia y una torre para la defensa  contra los sarracenos, donde actualmente esta el castillo. En el siglo XIII se incorpora al territorio de Barcelona. Pertenecio por poco tiempo a "Franqueses del Llobregat" que principalmente se dedicaban a la agriultura. La ciudad fue dominada por los "masos" hasta el siglo XVIII.
En el año 1716 la ciudad se separó de Barcelona por el Decreto de Nueva Planta, y pasó a formar parte de la comarca del Bajo Llobregat. En el año 1879, junto con la inauguración del Canal de la Infanta se desarrolla el regadío y se comienza un proceso de industrialización. El ferrocarril llega a la ciudad en 1854. Durante un siglo el sector textil se convierte en la base económica del municipio y a la vez crecen los núcleos de población separados del centro (barrios de Riera, Almeda, Pedró, la Gavarra). Del 1950 en adelante, se multiplica la llegada de nuevos habitantes y se acentúa el proceso de industrialización y urbanización. Se construye el barrio de Sant Ildefons (en los años 60) y Fontsanta (1974). Se llega a la cifra de 100.000 habitantes en 1979.